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Humedad relativa: qué es y cómo controlarla

humedad relativa

En aquellos lugares donde el clima puede variar dramáticamente, mantener un ambiente interior confortable y saludable es esencial para nuestro bienestar. Uno de los factores clave en esta búsqueda de confort es la humedad relativa, un aspecto del clima que a menudo pasa desapercibido pero que tiene un impacto significativo en nuestra salud, nuestros hogares y la durabilidad de determinadas estructuras arquitectónicas.

En este artículo te guiaremos a través de todo lo que necesitas saber sobre la humedad relativa: desde su definición y cómo medirla, hasta las diferencias esenciales con otros tipos de humedad y, lo más importante, cómo controlarla efectivamente.

Qué es la humedad relativa del aire y cómo se calcula

La humedad relativa se define como el porcentaje del contenido actual de vapor de agua en el aire en comparación con la cantidad máxima que el aire puede sostener a esa temperatura específica. Este valor varía significativamente con los cambios de temperatura; el aire caliente puede retener más humedad que el aire frío.

Por ello, la humedad relativa no solo es un indicador de la cantidad de humedad en el aire sino también una medida de la capacidad del aire para sostener más vapor de agua antes de que se condense, lo que puede tener implicaciones directas en la sensación de confort, la conservación de materiales de construcción, y la prevención de problemas de salud.

Fórmula para calcularla

Para calcular la humedad relativa, usamos la siguiente fórmula: HR = (cantidad de vapor de agua actual en el aire / cantidad máxima de vapor de agua que el aire puede contener a esa temperatura) x 100. Este cálculo nos permite determinar el porcentaje de saturación del aire, lo cual es crucial para gestionar las condiciones ambientales en espacios interiores.

¿Cuál es el nivel ideal?

El nivel ideal de humedad relativa en interiores es aquel que mantiene el equilibrio entre un aire demasiado seco y uno excesivamente húmedo, oscilando generalmente entre el 30% y el 50%. Este rango es óptimo para prevenir el crecimiento de organismos perjudiciales como el moho y los ácaros, proteger materiales de construcción sensibles a la humedad y asegurar un ambiente confortable para los ocupantes.

Humedad relativa vs. humedad absoluta: ¿cuál es su diferencia?

Entender la diferencia entre humedad relativa y humedad absoluta es fundamental para abordar adecuadamente los desafíos que presenta la gestión de la humedad en entornos construidos, especialmente en lugares donde las variaciones estacionales pueden influir significativamente en el confort de los interiores y la integridad estructural de los edificios.

La humedad absoluta mide la cantidad real de vapor de agua presente en el aire, expresada en gramos por metro cúbico (g/m3). Esta medida es objetiva y no varía con la temperatura; proporciona un valor fijo de la cantidad de humedad en el aire, independientemente de las condiciones externas. Por su parte, la humedad relativa es una medida más dinámica y perceptible que, como ya hemos explicado, indica el porcentaje de vapor de agua en el aire en comparación con la máxima cantidad que el aire puede contener a una temperatura dada. Este valor cambia con las fluctuaciones de la temperatura, ya que el aire caliente puede contener más vapor de agua que el aire frío.

La relación entre humedad relativa y temperatura es crucial para comprender cómo se siente la humedad en diferentes condiciones. Por ejemplo, en un día caluroso de verano, el aire puede contener una gran cantidad de vapor de agua, lo que resulta en una alta humedad relativa. Esto puede hacer que el aire se sienta más bochornoso, afectando tanto a la calidad de vida de las personas como a la conservación de materiales y estructuras en edificaciones

En contraste, durante los meses más fríos, incluso una cantidad menor de vapor de agua en el aire puede resultar en una alta humedad relativa, lo que podría llevar a la condensación en superficies frías y potenciar el crecimiento de moho.

La comprensión de estas diferencias es esencial para implementar estrategias efectivas de control de humedad en el diseño, mantenimiento y rehabilitación de edificios realizados por empresas de trabajos verticales como la nuestra. Sin embargo, ¿qué hacemos exactamente para medir la humedad y desarrollar estrategias en consecuencia?

Cómo se mide la humedad relativa: herramientas y técnicas

Medir la humedad relativa es una tarea esencial para garantizar el confort y la salud en los espacios interiores, así como para preservar la integridad estructural de los edificios. Esta medición se realiza a través de diversas herramientas y técnicas, cada una adecuada para diferentes necesidades y contextos

Estas son las principales herramientas utilizadas para medir la humedad relativa, explicando su funcionamiento y aplicaciones:

  • Higrómetros. Los higrómetros son los instrumentos más comunes para medir la humedad relativa. Funcionan detectando los cambios en las propiedades físicas o eléctricas que sufre un material al absorber humedad. Existen varios tipos, incluyendo los higrómetros digitales, que ofrecen lecturas instantáneas y precisas, y los higrómetros de cabello, donde un cabello humano o sintético se expande o contrae con los cambios de humedad, moviendo un dial para indicar el nivel de humedad relativa.
  • Psicrómetros. También conocidos como termómetros de bulbo húmedo y seco, los psicrómetros cuentan con dos termómetros: uno con el bulbo expuesto al aire (seco) y otro con el bulbo envuelto en un paño húmedo (húmedo). La evaporación del agua en el bulbo húmedo provoca un enfriamiento, reflejando una temperatura más baja que la del bulbo seco. La diferencia de temperatura entre ambos termómetros se utiliza para calcular la humedad relativa utilizando tablas o fórmulas específicas.
  • Higrógrafos. Los higrógrafos registran continuamente la humedad relativa en un gráfico. Son especialmente útiles en aplicaciones donde se necesita monitorear y registrar la humedad relativa a lo largo del tiempo, como en museos, archivos, y almacenes, donde la preservación de condiciones ambientales estables es crucial.
  • Sensores de humedad electrónicos. Estos dispositivos utilizan sensores capacitivos o de resistencia para medir la humedad relativa. Los sensores capacitivos miden la variación en la capacitancia eléctrica de un material dieléctrico que cambia con la humedad, mientras que los sensores de resistencia detectan cambios en la resistencia eléctrica. Son altamente precisos, fiables y se integran fácilmente en sistemas de control de clima automatizados para regular la humedad en tiempo real.

Impacto de la humedad relativa en tu hogar

El impacto de la humedad relativa en tu hogar es un aspecto fundamental que afecta no solo la comodidad y el bienestar de quienes habitan en él, sino también la integridad estructural de la propiedad.

La humedad relativa se refiere al porcentaje de vapor de agua presente en el aire en relación con la cantidad máxima que puede contener a una temperatura dada.

Su equilibrio es crucial, puesto que tanto los niveles demasiado altos como los demasiado bajos pueden provocar una serie de problemas.

Crecimiento de moho y ácaros

Una de las consecuencias más significativas de una alta humedad relativa es el fomento del crecimiento de moho y la proliferación de ácaros. El moho necesita humedad para crecer, y los ambientes húmedos proporcionan las condiciones perfectas para su desarrollo.

Esto no solo afecta la estética de tu hogar, con manchas y deterioro de superficies, sino que también puede tener serias implicaciones para la salud. La presencia de moho y ácaros en el aire que respiramos puede provocar reacciones alérgicas, problemas respiratorios y exacerbar condiciones como el asma.

Los ácaros del polvo, por otro lado, también prosperan en ambientes húmedos. Estos pequeños insectos se alimentan de células muertas de la piel humana y pueden multiplicarse rápidamente en condiciones de alta humedad, contribuyendo a la calidad del aire interior pobre y a problemas de salud asociados.

Daños estructurales

La humedad relativa elevada no solo tiene un impacto en la salud de los ocupantes, sino que también puede causar daños estructurales significativos en tu hogar. La madera, el papel, el cartón y otros materiales orgánicos son particularmente susceptibles a la humedad, lo que puede llevar a su deterioro a lo largo del tiempo. La madera puede hincharse, deformarse o pudrirse, mientras que el papel y el cartón pueden descomponerse. Además, la humedad excesiva puede corroer metales y dañar sistemas eléctricos, aumentando el riesgo de cortocircuitos y otros problemas eléctricos.

La humedad puede penetrar en la estructura del edificio a través de filtraciones o condensación, lo que resulta en daños a largo plazo que a menudo son costosos de reparar. La pintura y el yeso pueden descascararse, y el papel tapiz se despega de las paredes, lo que disminuye no solo la estética sino también el valor de la propiedad.

Malestar y problemas de salud

Además de los efectos directos en la estructura del edificio y el crecimiento de alérgenos como el moho y los ácaros, un nivel de humedad relativa inapropiado puede causar malestar general y problemas de salud entre los ocupantes de la vivienda.

Una humedad relativa alta puede hacer que el aire se sienta pegajoso y sofocante, dificultando la regulación de la temperatura corporal y el descanso adecuado. Por otro lado, un aire demasiado seco, resultado de una baja humedad relativa, puede causar irritación en los ojos, la piel seca, dificultades respiratorias y una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias.

Mantener un equilibrio adecuado de humedad relativa es esencial para crear un ambiente confortable y saludable en tu hogar. Este equilibrio previene el crecimiento de microorganismos perjudiciales, protege la estructura del edificio de daños y contribuye a un entorno de vida más agradable y seguro para todos los ocupantes. Veamos en el siguiente apartado qué medidas podemos implementar para lograrlo.

Métodos útiles para controlar la humedad relativa

El control adecuado de la humedad relativa es esencial para mantener un ambiente saludable y confortable en tu hogar, así como para proteger la estructura de tu vivienda y tus pertenencias.

Los métodos efectivos para gestionar la humedad relativa y asegurar así el bienestar de los ocupantes y la integridad del edificio son los siguientes:

  • Ventilación adecuada. Una ventilación eficaz es crucial para controlar los niveles de humedad dentro de una casa. Esto implica el uso de extractores de aire en áreas propensas a la humedad, como baños y cocinas, donde se genera vapor de agua durante actividades como ducharse y cocinar. Abrir las ventanas regularmente para permitir la circulación de aire también ayuda a reducir la humedad interior, especialmente en días secos y ventosos.
  • Uso de deshumidificadores. Los deshumidificadores son aparatos extremadamente útiles para extraer el exceso de humedad del aire, lo que es especialmente útil en áreas que naturalmente tienden a ser húmedas, como sótanos y áticos. Estos dispositivos pueden ajustarse para mantener la humedad relativa dentro de un rango ideal, generalmente entre el 40% y el 60%, contribuyendo así a prevenir el crecimiento de moho y la acumulación de condensación.
  • Mantenimiento de sistemas de climatización. Los sistemas de aire acondicionado y calefacción no solo regulan la temperatura, sino que también pueden influir en los niveles de humedad del aire interior. Es esencial realizar un mantenimiento regular de estos sistemas para asegurarse de que estén funcionando de manera eficiente y contribuyendo al control de la humedad. Los acondicionadores de aire, en particular, extraen humedad del aire como parte de su proceso de enfriamiento, lo que ayuda a reducir la humedad relativa.
  • Aislamiento térmico y sellado de fugas. Mejorar el aislamiento térmico de tu hogar y sellar fugas y grietas puede prevenir la entrada de aire húmedo exterior y la formación de condensación en superficies frías. Asegúrate de que ventanas, puertas y otros posibles puntos de entrada estén bien sellados. Un buen aislamiento no solo ayuda a controlar la humedad, sino que también mejora la eficiencia energética de tu hogar.
  • Uso de plantas de interior con moderación. Aunque las plantas de interior pueden mejorar la estética de tu hogar y la calidad del aire, también liberan vapor de agua durante la transpiración. Limitar la cantidad de plantas de interior o elegir especies que emitan menos humedad puede ayudar a controlar la humedad relativa en el hogar.
  • Secado de ropa al aire libre. Secar la ropa dentro de casa puede aumentar significativamente los niveles de humedad. Siempre que sea posible, opta por secar la ropa al aire libre o utiliza secadoras ventiladas al exterior para minimizar la liberación de humedad al aire dentro de tu hogar.

 

En conclusión, entender y controlar la humedad relativa es esencial para mantener un ambiente confortable y saludable en tu hogar, así como para proteger la integridad estructural de tu propiedad. La implementación de estrategias eficaces para gestionar la humedad relativa, como asegurar una ventilación adecuada, utilizar deshumidificadores, mantener sistemas de climatización, mejorar el aislamiento, moderar el uso de plantas interiores y secar la ropa al aire libre, puede marcar una diferencia significativa en tu calidad de vida y en la preservación de tu hogar.

En nuestra empresa de trabajos verticales en Madrid, nos comprometemos a proporcionar soluciones expertas para todos tus problemas de humedad. Con una amplia experiencia en el diagnóstico, tratamiento y prevención de problemas relacionados con la humedad en edificaciones, nuestro equipo de profesionales está listo para ayudarte a crear un hogar más seguro, saludable y confortable.

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